Sebastián Baró inaugura un nuevo espacio para pensar la inteligencia artificial y sus impactos

En una mañana cargada de expectativas y con la mirada puesta en los próximos aniversarios institucionales de la radio, nació Pelado Tech, un nuevo segmento que propone acercar la tecnología a la vida cotidiana.

El espacio está conducido por el Ingeniero en Sistemas Sebastián Baró, quien llega para explicar, analizar y debatir uno de los fenómenos más transformadores de la actualidad: la inteligencia artificial.

El objetivo del micro no es solo informar, sino generar conciencia, derribar mitos y acompañar a la audiencia en un proceso de adaptación que ya está en marcha.

Una vocación tecnológica con raíces familiares

Sebastián Baró es Ingeniero en Sistemas, formado en la Universidad Nacional de Córdoba, con más de veinte años de experiencia en el sector tecnológico. Su vínculo con la informática no es reciente ni circunstancial: forma parte de una herencia familiar que se convirtió, con el tiempo, en una verdadera pasión profesional.

Desde su mirada, la tecnología no solo optimiza procesos, sino que mejora la calidad de vida, atraviesa todas las actividades humanas y redefine la forma en la que nos comunicamos, trabajamos y aprendemos.

“La tecnología ayuda en muchos aspectos de la vida y hoy es imposible pensar la vida sin ella”, resumió Baro en su presentación.

Por qué “Pelado Tech”: identidad y cercanía

El nombre del segmento surge de manera espontánea y refleja el espíritu del espacio. Lejos de un título técnico o distante, Pelado Tech busca generar identificación y cercanía con la audiencia, combinando conocimiento especializado con un lenguaje accesible.

Baró entiende que la divulgación tecnológica debe ser clara, cotidiana y despojada de solemnidad, especialmente en un contexto donde la tecnología suele generar miedo, confusión o rechazo.

Inteligencia artificial: eficiencia antes que reemplazo

Uno de los conceptos centrales del primer encuentro fue la redefinición del rol de la inteligencia artificial. Para Baro, la IA no llega para desplazar personas, sino para hacer más eficientes los procesos y liberar tiempo.

“La inteligencia artificial vino para que seamos más eficientes y tengamos más tiempo”, explicó.

El ingeniero comparó este momento histórico con la llegada de Internet a la Argentina en los años 90: un proceso que generó incertidumbre, pero que terminó transformándose en una herramienta indispensable.

Desde esta perspectiva, la inteligencia artificial no debe verse como una amenaza, sino como una fortaleza que necesita ser comprendida e incorporada de forma responsable.

La inteligencia artificial no piensa: desmontando uno de los grandes mitos

Uno de los aportes más claros del segmento fue la explicación sobre cómo funciona realmente la inteligencia artificial. Baro remarcó que, pese a la sensación de “diálogo humano”, la IA no tiene conciencia ni pensamiento propio.

Su funcionamiento se basa en modelos estadísticos que calculan probabilidades y construyen respuestas según el contexto. Esta aclaración resulta clave para entender tanto el potencial como los límites de la tecnología y evitar interpretaciones erróneas o exageradas sobre su autonomía.

Niños, adolescentes y el desafío del control parental

Otro eje importante fue el uso de la inteligencia artificial por parte de menores. Baro desarrolló su preocupación por la falta de filtros adecuados en muchas plataformas, especialmente en temas sensibles vinculados al desarrollo emocional, psicológico y sexual.

Advirtió que la IA ya forma parte del entorno de niños y adolescentes, muchas veces sin supervisión adulta, y señaló la necesidad urgente de educación digital y acompañamiento familiar.

En este contexto, también alertó sobre el uso de la inteligencia artificial como sustituto de la atención psicológica profesional, una práctica que puede resultar peligrosa.

Prompts, texto y el regreso a lo esencial

Lejos de lo visual, Baró explicó que la interacción con la inteligencia artificial volvió a poner al texto y a la escritura en el centro. Saber formular buenas preguntas —los llamados prompts— se convirtió en una habilidad clave.

Este fenómeno dio origen incluso a nuevas formaciones y especializaciones, lo que demuestra que la inteligencia artificial no solo transforma profesiones existentes, sino que crea nuevas áreas de conocimiento.

Un futuro con menos pantallas y más voz

Baró planteó una visión de futuro en la que las interfaces visuales perderán protagonismo y la interacción será principalmente por voz, de forma más natural y directa. En ese escenario, dispositivos inteligentes reemplazarán muchas de las pantallas actuales.

Además, señaló que el avance de los contenidos generados por inteligencia artificial, especialmente imágenes y videos hiperrealistas, está generando un creciente descreimiento en las redes sociales, lo que podría modificar profundamente la forma en que consumimos información.

Argentina: talento, energía y una oportunidad estratégica

El ingeniero destacó que Argentina tiene condiciones únicas para jugar un rol clave en el desarrollo tecnológico global: espacio, clima frío, recursos naturales y una fuerte capacidad intelectual.

Resaltó especialmente el valor del talento argentino en programación y sistemas, un recurso altamente demandado por empresas de toda Latinoamérica, que hoy pueden contratar profesionales de forma remota sin barreras geográficas.

Salud, longevidad y democratización del conocimiento

Hacia el cierre del primer Pelado Tech, Baró abordó uno de los campos más prometedores de la inteligencia artificial: la salud. Los avances en investigación médica, regeneración celular y tratamiento de enfermedades complejas abren un escenario de enorme impacto social.

Desde su mirada, estos desarrollos no quedarán reservados a una élite, sino que seguirán el camino histórico de la tecnología: democratizarse y volverse accesibles.

“Todo se va a democratizar”, afirmó.

Un espacio para comprender el mundo que viene

Pelado Tech se presenta como un espacio de reflexión, divulgación y debate, pensado para acompañar a una sociedad que ya convive con la inteligencia artificial, aunque muchas veces sin comprenderla del todo.

Con una mirada crítica pero optimista, Sebastián Baró propone un recorrido por los desafíos tecnológicos del presente, convencido de que entender la tecnología es el primer paso para no quedar afuera del futuro.