Descontento económico y desconfianza institucional marcan el cierre de 2025 en Argentina

Casi 4 de cada 10 argentinos evalúan negativamente su situación económica personal, mientras que más de la mitad considera que el país está peor, según una encuesta de la consultora Zentrix.

La creciente desconfianza en las estadísticas oficiales y la polarización política intensifican el malestar económico.

Percepción económica y poder adquisitivo

El Monitor de Opinión Pública de Zentrix revela que el 77,6% de los encuestados percibe una pérdida de poder adquisitivo, ya que sus salarios no logran superar la inflación.

Este problema atraviesa las divisiones políticas, afectando incluso a los votantes del presidente Javier Milei, de los cuales el 59,3% admite que sus ingresos no alcanzan para enfrentar el aumento de precios.

La situación personal de los argentinos se ha deteriorado, con un 39,5% calificando su economía como "mala" o "muy mala", un incremento de 3,5 puntos porcentuales desde noviembre. La percepción sobre el estado del país es incluso más crítica, con un 55,3% evaluándolo negativamente.

Polarización política y credibilidad institucional

La identidad política influye significativamente en la percepción del país. Entre los votantes de Milei, el 47,9% evalúa positivamente la situación nacional, en contraste con el 91,7% de los opositores que la consideran negativa.

La confianza en las estadísticas del INDEC ha caído al 33,5%, mientras que el 59,7% de los encuestados desconfía de las cifras oficiales. Un aumento en la respuesta "no sabe/no contesta" sugiere una "desorientación estadística", donde muchos han dejado de creer en el INDEC, pero no se han alineado completamente con una oposición total.

Impacto en el consumo y la imagen presidencial

El contexto económico ha afectado el consumo de fin de año, con el 48,5% de los encuestados planeando gastar menos en las fiestas y el 39,3% sin recursos para vacaciones. El turismo se destaca como un indicador de vulnerabilidad económica, con disparidades entre oficialistas y opositores.

La imagen del presidente Milei ha retrocedido, con una valoración positiva del 36,9% y una negativa del 55%.

El informe destaca un desgaste incluso entre su base de apoyo, donde el rechazo interno ha aumentado al 15,5%.

En conclusión, el año cierra con un marcado malestar económico, debilitamiento de la confianza en las instituciones y una polarización política que continúa moldeando las percepciones sociales.

El "factor bolsillo" se presenta como un límite común frente a las narrativas de recuperación.