Un episodio que generó malestar entre vecinos y representantes

El retiro de una carpeta con firmas en el Concejo Deliberante desató un fuerte cuestionamiento por parte de los concejales Maricel Serafini y Horacio Latimori, quienes afirmaron que la decisión dejó a los vecinos sin un canal formal donde expresar su desacuerdo con el cobro de la obra de luminarias LED. Ambos describieron la situación como un hecho que generó decepción, tristeza e incluso impotencia.

Un reclamo ciudadano que quedó sin espacio institucional

La carpeta retirada contenía una simple nota para que los vecinos firmaran su adhesión al reclamo por los montos del cobro. Serafini relató que, al llegar por la mañana, encontraron movimiento de vecinos firmando y, repentinamente, la mesa fue levantada.

Según explicó, se trataba de un espacio en el que las personas dejaban sus datos con total claridad. Por eso, la concejal calificó el gesto como un mensaje negativo hacia la ciudadanía, que buscaba un ámbito formal para manifestar su desacuerdo.

Una de las frases más fuertes que dejó la concejal fue la descripción del momento:
“Sacaron la mesa, sacaron la carpeta y dijeron que no se firmaba más.”

Entre la decepción y la impotencia: el planteo de los concejales

El malestar no solo fue administrativo, sino también político. Latimori sostuvo que el retiro de la carpeta limitó un derecho básico de los ciudadanos y cuestionó la actitud del oficialismo. La pregunta que planteó sintetiza la preocupación:

“Si no pueden manifestarse en el Concejo Deliberante, ¿dónde se van a manifestar?”

Para ambos concejales, la decisión afectó la credibilidad institucional y dejó expuesto un clima de tensión creciente entre el municipio y una parte importante de la comunidad.

Un cobro que, según los concejales, es desproporcionado

Más allá del episodio con las firmas, el centro del conflicto es el valor que se pretende cobrar a los vecinos por la obra de iluminación LED. Los ediles sostienen que el monto no se corresponde con la inversión real del municipio y que, en algunos casos, se estarían aplicando cálculos sin fundamento técnico.

Latimori fue categórico al afirmar que el cobro supera varias veces el costo real y describió la situación como un exceso que perjudica a los frentistas. Una de las citas más relevantes que dejó fue:

“Es un atropello cobrar varias veces el valor de lo que han invertido.”

Además, marcó que existe un problema de equidad, porque algunas cuadras habrían recibido menos luminarias de las que luego se pretenden cobrar, y señaló que también se estaría cobrando dos veces la mano de obra, ya incluida en el recargo que abonan todos los años los contribuyentes por mantenimiento de la vía pública.

Irregularidades previas y falta de un registro de oposición

Otro punto central que plantearon es que nunca se realizó el registro de oposición, un paso obligatorio antes de ejecutar una obra pública. Este mecanismo permite que los vecinos expresen si están de acuerdo o no con la intervención. Según explicaron, su ausencia vicia de origen todo el proceso.

Una nueva carpeta y una sesión clave

Frente a la ausencia de un espacio para firmar, los concejales decidieron habilitar una nueva carpeta para que los vecinos continúen expresando su postura. Paralelamente, adelantaron que presentarán una ordenanza para derogar la actual normativa que habilitó el cobro, un mecanismo que, destacaron, está previsto en la Carta Orgánica.

Serafini invitó a los vecinos a asistir a la próxima sesión, donde se discutirá esta iniciativa.

Para los concejales, será un momento decisivo para observar si el oficialismo sostiene su postura frente al malestar creciente en la comunidad.