En Córdoba 1 de cada 4 trabajadores vive de la economía popular

En Córdoba 1 de cada 4 trabajadores vive de la economía popular

Un informe elaborado por la UNC y la UNRC revela que 471.000 personas en la provincia se encuentran fuera del sistema asalariado formal, generando sus propios ingresos en un contexto de creciente precariedad y desprotección social.

Uno de cada cuatro cordobeses sobrevive gracias a la economía popular, según un estudio conjunto de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC).

El informe cifra en 471.000 las personas que están fuera del sistema laboral asalariado y se ganan la vida por cuenta propia con oficios y pequeños emprendimientos.

El relevamiento refleja el estado de precariedad laboral en la provincia, donde un segmento significativo de la población recurre a trabajos de carácter individual, familiar o asociativo como principal fuente de ingresos.

Un sector marcado por la vulnerabilidad

Los trabajadores de la economía popular ocupan una de las posiciones más desventajosas del mercado laboral. El estudio detalla que desarrollan su actividad en condiciones de baja registración, lo que se traduce en altos niveles de desprotección social.

El dato más alarmante es que más de la mitad de ellos (51,6%) pertenece a hogares que no logran cubrir la canasta básica total, encontrándose en situación de pobreza.

Una tendencia en constante crecimiento

Lejos de disminuir, el peso de la economía popular en la estructura laboral ha aumentado. Entre 2023 y 2024, su participación relativa en la Población Económicamente Activa (PEA) se incrementó un 5,9%.

La tendencia a largo plazo es aún más pronunciada: en los últimos 14 años, este sector creció un 15,7% en la provincia de Córdoba y un 13% a nivel nacional, consolidándose como una realidad estructural del mercado de trabajo.

¿Qué es la economía popular?

El informe define a la economía popular como el conjunto de actividades de producción, distribución y comercialización de bienes y servicios llevadas a cabo por unidades económicas de baja escala, como micronegocios o emprendimientos familiares y personales.

Este modelo económico incluye tanto actividades mercantiles como no mercantiles (domésticas o comunitarias) y se caracteriza por: * Abarcar una amplia gama de rubros, desde la producción artesanal hasta la venta ambulante y el trabajo comunitario. * Funcionar como una fuente esencial de ingresos para familias y comunidades excluidas del mercado formal. * Operar con una organización autónoma, creando circuitos propios de producción y comercialización.

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