Hoy Valentina Mansilla está cumpliendo un logro de jugar en el extranjero. Se encuentra en Armenia, país en la frontera entre Europa y Asia.

Comenzó a jugar desde muy pequeña a los 5 años, iba a la cancha con su papá y mamá. Siempre jugaba en Marcos Juárez, lo hacía con los varones. Antes de que surja el contrato en Armenia, jugaba en Sportivo Italiano de Buenos Aires.

La posibilidad de jugar afuera la tuvo cuando la vieron jugar en la Selección Argentina, jugó a los 15, 17 y 18 años. Surgió esa chance mientras jugaba en Talleres. Su próximo objetivo es volver a jugar para nuestro país ya que no puede explicar la sensación que le generó con palabras.

Armenia tiene 7 horas más que Argentina y con sus familiares se comunica mediante videollamadas, por la mañana en nuestro horario y para ella sería a la tarde.

Los entrenamientos son más duros, tienen más exigencia. Entrena doble turno de lunes a lunes. 

Estos primeros meses se encuentra en una pensión. Llegó hace una semana y se está acomodando. Valentina y una compañera mexicana son las únicas que hablan español y las demás son de Armenia, por ello se comunican por traductor hasta que comience sus clases de inglés.

Valen logró llegar hasta donde está por el esfuerzo que siempre mete. Había dejado por un tiempo la enfermedad de su madre aunque pudo salir de eso y hoy está logrando trayectoria en su carrera.