Los estudiantes de Producción Audiovisual, Rocío Patek y Matías Racca, junto a la estudiante de Periodismo, Candela Agusti, comentaron la presentación oficial después de tres años de trabajo. En 2020 se pospuso el estreno por la pandemia. Este año harán varias funciones, primero el 21 de marzo con los familiares de los entrevistados y luego el 24 en el auditorio Coyspu.

Los jóvenes hoy son un equipo de trabajo y conforman Paranoia Films, una productora de contenidos audiovisuales.

El proyecto inició por idea de Rocío, a quien le interesan este tipo de temas. Habló con su abuela que le comentó el caso de la familia Martini. Despertó su intriga y contactó a su amigo Matías, que estudia lo mismo. Roberto Bottacin fue protagonista en brindarles mucha información sobre las víctimas en la ciudad.

Un año después, se comunicaron con Candela para que se encargue de la parte periodística. Uno de los objetivos fue sumar experiencia en cuanto a las carreras, pero se llevaron muchos más aprendizajes y crecieron como personas al tocar situaciones tan delicadas.

Al respecto, Matías agregó: “Siempre encontramos gente dispuesta a colaborar. Como no vivimos el hecho, es dar la mirada joven a un tema que hay que seguir recordando, repensando porque también nos construye a nosotros, como argentinos y marcosjuarenses”.

Rocío: “Hubo notas que se te caían las lágrimas con tal solo verlas. Hacía poco que habíamos empezado a estudiar y en el recorrido de empezar a investigar y hacer las notas a la familias, pasas por una montaña de sensaciones. Fue hacer las entrevistas y empatizar con ellos, encontrarte con muchas cosas que son muy fuertes, queremos que la familia y la gente viva eso con nosotros”.

Candela expresó: “Te das cuenta de la violencia que había en esa época y al hacer las entrevistas, las sentimos más de cerca. De no leerlo como una historia, sino de ver la parte humana y de sentirlo cerca, también comprenderlo. No verlo desde una parte política o informativa sino desde la parte sentimental”.

“Empecé a tomar conciencia de la dictadura cuando empezamos a investigar. Con Ro fue mi primer encuentro, incluso no sabía que había víctimas en la ciudad. Es un hecho sensible en nuestra sociedad. Nos va a llamar a la reflexión y va a hacer que hablemos, que es el fin del documental”, expresó Matías.

“En cuanto a una de las entrevistadas que se llama Gladys, ella no se quería llamar viuda porque tenía la esperanza de volver a ver a su esposo. Era llegar y tener que buscar el cuerpo entre miles de personas muertas. Es la incertidumbre de qué pasa con un familiar y cómo le puede suceder eso a una persona tan allegada. Fue un golpe militar, ya que fue un golpe a la realidad que uno estaba viviendo y nunca se lo iba a esperar”, resaltó Candela.

“Los tres crecimos un montón porque es empatizar y saber comprender que no todo pasa por el pensamiento general. Es crecer profesionalmente a los tres, nos sirve en nuestras carreras para formarnos y a partir de este proyecto hacer muchos más”, agregó la estudiante de Periodismo.

“El documental es un lugar de encuentro. Tomamos estas voces y estos relatos para plasmarlos en la pantalla y escuchar, qué es lo que muchas veces hace falta. Construir en base a lo que sucedió, un relato. Si bien todo hecho es político, lo que buscamos en este caso es encontrar el contexto y las situación”, dijo el estudiante de cine. 

La estudiante de Producción Audiovisual analizó: “Crecimos un montón. Íbamos aprendiendo mientras íbamos haciendo. También que hay que empatizar con el otro, en las sensaciones y en el sentimiento. Nunca habíamos sentido tanto vacío de no saber dónde está tu familiar”.

Por último, agradecieron a sus familiares, amigos, Roberto Bottacin, familia Martini y Baronio, entrevistados, actores detrás de escena, Marisa Romero, Cepea Libertad, Biblioteca José Cesanelli, quienes donaron en el IDEA.ME, entre otros.