La escuela es una institución de educación no formal, sin fines de lucro que funciona hace 20 años. Está dedicada a acompañar a adolescentes entre 14 y 19 años que no están escolarizados o que tampoco tienen la mayoría de edad para conseguir un trabajo formal. Su objetivo principal es trabajar en la prevención y promoción de la salud para mejorarles a esos adolescentes la calidad de vida. Así previenen episodios conflictivos a nivel social y personal. En diálogo con este medio, Pagnone explicó que “lo que se busca en la escuela es enseñarles oficios a los alumnos, que empiecen a trabajar, se den a conocer, se capaciten y descubran lo que les gustaría hacer” con la finalidad de que cuando ellos salgan de la escuela, puedan ingresar al mundo laboral o se escolaricen. La psicóloga comentó que también se los acompaña en diversas situaciones personales como la adolescencia porque “generalmente son chicos en situación de riesgo, ya sea a nivel emocional debido a que el contexto no acompaña o porque el ámbito económico no es favorable”. Con respecto a las actividades que se realizan en la entidad, contó que son diversas y abarcan talleres de carpintería, pintura, cocina, albañilería, actividades relacionadas con el medio ambiente y con las industrias de la ciudad. Consultada sobre cómo se solventa económicamente la institución, dijo: “Tradicionalmente la escuela recibía una ayuda de la provincia porque estaba dentro del plan OGA (Organizaciones de Gestión Asociada). Pero ahora con los cambios de gobierno, la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia se disolvió y no tenemos claro dentro de qué planes estaríamos”. “Desde que yo entré no se recibe más plata de la provincia. La Municipalidad hace una colaboración mínima mensual. Así que se solventa con la colaboración de la gente y una comisión directiva que se encargan de recaudar fondos con bonos colaboración, ventas de pollos y rifas”, sostuvo. Además destacó que tienen muchos colaboran con lo que puedan mensualmente, a través de la página web www.donaronline.org. “La gente puede entrar a esa página, ve nuestro proyecto y pone con cuánto quiere colaborar mensualmente y directamente se les debita de su tarjeta de crédito o de su cuenta”, manifestó Laura. Debido a la situación económica, la institución cuenta con un personal reducido y pocos alumnos por aula. “Antes de la pandemia iban 10 alumnos y las dos psicólogas que estamos todos los días con ellos. Pero ahora, en este contexto de situación epidemiológica sanitaria, a los chicos los dividimos en dos grupos y van tres alumnos por mañanas con una sola maestra”, expresó la entrevistada. Finalmente, habló sobre cómo es trabajar en esa escuela: “Es un trabajo que tiene muchas situaciones muy duras, porque no todo lo que atraviesan los chicos es agradable, pero a la vez es un trabajo muy dulce. Compartimos mucho tiempo junto a ellos”, aclaró y contó que la idea es generar hábitos, respeto y valores. “Trabajamos muchísimo eso y se logra”, concluyó Laura.