Claudia Montoya, trabaja como remiserra desde hace al menos 12 años con una interrupción en medio. "En lo general los años fueron buenos hasta unos 3 años, donde empezó a bajar. Con el costo del viaje empezamos a perder a los chicos que iban al colegio, la gente dejó de usar el remisse". En esta cuarentena: "Estamos viajando muy poco, el precio está muy bajo. Aplicamos todos los cuidados, muchos dejaron de trabajar y muchos después que pase todo esto se recuperarán, u otros no vuelven más". Claudia destacó que se inscribió en el IFE, aunque todavía no lo pudo cobrar y le sería de mucha ayuda porque alquila. "Estábamos en un promedio de $1500 a $2000 ahora con suerte $500 o $600". Agregó que hay que trabajar de 12 a 24 horas. "Hay que hacer los cambios de aceite, alguna goma que cambiar, algo siempre se rompe y está muy complicado". Emocionada la remissera contó que cuando llega a su casa después de una jornada larga, plantea: "No pensar demasiado, no hay mucho por hacer. Agradecer a la gente que todavía usa el servicio, y si Dios quiere se puede cobrar el subsidio sería de mucha ayuda". "Yo no quiero dejar de pagar gas, agua y luz porque después no sé cómo voy hacer. Hay que aguantar, estamos todos en la misma entre comercios, albañiles y las empresas; es muy complicado ojala pase rápido", finalizó Claudia Montoya.