Camila Furlan es una médica marcosjuarense, ya recibida hace tres años, que trabaja en el Sanatorio San Roque de Marcos Juárez, en el SAMI y también en General Roca. Este 2020, comenzó su residencia en Córdoba, aún no tiene especialidad. Se encuentra haciendo guardia para atender a los pacientes de urgencia ante la situación de coronavirus. Ahora está haciendo la cuarentena en su casa, aunque por su trabajo y el aislamiento obligatorio, se mantiene alejada de sus seres queridos. Camila intenta estar en contacto continuo con los otros profesionales que tienen experiencia. Se cuidan entre ellos y a su vez a los demás con las correspondientes protecciones. La médica destacó que a lo largo de la carrera aprenden sobre pandemias. “Uno lo ve como una posibilidad pero uno cuando vive esta situación la perspectiva cambia porque es salir de los libros y chocarte con la realidad. Es darte cuenta que las medidas de higiene son necesarias y cómo saber utilizarlas”, expresó. Su vocación nació por varias las situaciones, sobre todo al comienzo. Ve situaciones de violencia que la hacen pensar y se pone triste por lo que ve. Camila no tiene miedo en cuanto a lo que implica el desarrollo de su profesión. “Creo que uno sabe que va a tener situaciones así. Me recuerda más la protección de las personas que quiero. Pero se sabe a lo que se puede exponer, hay que tomar los recaudos para reducir ese riesgo”. “La tecnología nos permite mantenernos en contacto y siempre desde casa intento ayudar” La marcosjuarense opinó que si es factible que en la ciudad aparezcan casos aunque recomendó evitar los contactos, quedarnos en casa y aplicar las medidas de higiene. “Es fundamental la ayuda que la comunidad nos de, desde ese lado, para que los resultados de la pandemia sean lo mejor posible. Si queremos seguir bajando esa curva, hoy hay que aportar en quedarnos en casa”. Para concluir, agradeció a todo el personal de salud con el que trabaja y a los profesionales en el país que están todo el día expuestos.