Eli es la mamá de Teo, 11 años, y Lola, 4. Actualmente Teo no tiene celular y las veces que se comunica con sus compañeros es a través del teléfono de su madre o padre. En la navidad del 2018 le regalaron un teléfono porque todos sus amigos lo tenían y sus padres consideraban que si era el momento. A los dos meses, se lo quitaron porque cada vez que lo revisaba para ver lo que hacía, “era muy triste ver que niños tan chicos se escribían las cosas que se escribían y lo triste que es ver a tu hijo en esa situación siendo más chico”. “Ya tenía redes sociales, subía sus dibujos y me pareció que lo mejor era sacarselo para tener un control. Él se enojó muchísimo”, expresó Eli. “Pensamos que nuestros hijos tienen que estar comunicados, que estamos en otros tiempos y la verdad que no es así. Los exponemos a peligros que ni siquiera nosotros imaginamos. Yo soy una mamá joven que también creció con toda esta tecnología y el nivel de locura de la gente está en el pico máximo”. La reacción de su hijo: “Teo se enojó demasiado porque cuando le saqué el teléfono me dijo que estaba cansado de que yo me meta en su vida. Le dije en ese momento que era la única manera que tenía de cuidarlo. Por más que se enoje, en algún momento lo iba a entender con el tiempo. Esa misma semana, lo entendió porque no pidió más el teléfono”. Aunque luego de dos años, en la mañana del pasado domingo, la madre de Teo se enteró de una noticia inimaginable: “Vino un amigo de Teo a dormir y trajo su teléfono. Cuando se lo damos al teléfono es para que este comunicado. Se conectaron a una red social llamada "Azar", en donde se realiza una videollamada en tiempo real. Quedaron en contacto con este hombre de Buenos Aires, mientras yo dormía”. “El domingo a la mañana ellos me cuentan y algo les pareció un poco raro. Un “viejo copado” les empezó a hablar y les cantó dos canciones con su guitarra, como también les estuvo hablando. Les llamó la atención que era un hombre grande”. Instantáneamente, dio cuenta que algo no estaba bien. “La primer pregunta que les hago es si ellos veían a su papá hacer eso un sábado a la noche y me contestaron que no. Les expliqué también que ellos no tenían la culpa de nada”. “Puedo manejar las palabras para explicarle a los dos y les expliqué lo que era un pedófilo y para mi lo que iba a volver a hacer”, recalcó que hay que hablar con los hijos y generar ese tipo de confianza. La conversación entre los menores y el mayor fue de esta manera: “Ellos me cuentan con lujo de detalles que el señor les mostró que estaba en boxer y les preguntó si veían pornografia. Entonces les pedí que no eliminen esta aplicación y que si se llegaba a volver a conectar, me pasen el teléfono a mi que yo iba a manejar la situación. Este niño se quedó en casa todo el domingo. El señor se vuelve a conectar el domingo a la tarde y le pide un número de WhatsApp ya que lo habían bloqueado porque se había estado tocando en cámara con una nena”. La estrategia de la madre de Teo para desenmascarar al hombre: “El amigo de Teo le pasa mi numero, yo cambié mi foto y todo. Tuve una conversación desagradable porque no sabía si hacer la denuncia. Esto no dejaba de hacerme mal porque todo eso se lo escribía a mi hijo”. “Fui a la policía para hacer la denuncia correspondiente. Me dijeron que tenía que esperar ya que era la primera que tenían de él. Consultaron y me dijeron que me siga manteniendo en contacto hasta que ellos me llamen y me digan como va a seguir todo”. El señor mandaba fotos de él y fotos de niños robadas de Facebook. Decía que tenía 49 años pero aparentaba más. La impotencia de una madre ante esta situación: “Estos tipos están muy mal de la cabeza, son muy pervertidos. Le decía que le haga zoom con mis dedos a las entrepiernas de las fotos de las nenas”. “Pude averiguar donde trabajaba y varias cosas más porque realmente te volves loco. No tengo recuerdo de haber mirado sino que pensaba que cuando estaba en línea y no estaba hablando conmigo, lo hacía con otros chicos. Era una locura”. La madre ya hizo entrega del celular y dejó de tener contacto. Escribió una publicación en Facebook ya que no podía creer que no hubiera ninguna denuncia. “La policía se movió genial aunque no tengo noticias por esto de la cuarentena”. “Por cualquier cosa que les pase a nuestros hijos hagamos la denuncia”. Agradeció mucho a la gente que compartió la noticia y ha tenido respeto.