Debate político: gestión, conflictos y el desafío de recomponer el vínculo con la ciudadanía 

Debate político: gestión, conflictos y el desafío de recomponer el vínculo con la ciudadanía 
  • Maite Cisneros

En un escenario marcado por fuertes discusiones políticas, malestar social y creciente sensibilidad ciudadana, la concejal Maite Cisneros analizó el presente del Concejo Deliberante de Marcos Juárez, abordando los principales temas que atraviesan la agenda local: la polémica por el cobro del mejoramiento de luminarias, la renuncia de un concejal oficialista, el clima preelectoral y la necesidad de mejorar los canales de comunicación entre el Estado y los vecinos.

Desde una postura defensiva de la gestión pero con reconocimiento de errores, Cisneros sostuvo que el principal desafío actual no pasa solo por las decisiones administrativas, sino por cómo se explican, cómo se comunican y cómo se construye confianza en un contexto social sensible.

Un cierre de año sin pausa institucional

La concejal remarcó que el fin de año no implica una desaceleración del trabajo legislativo. Por el contrario, explicó que se trata de una etapa especialmente exigente, en la que se concentran definiciones administrativas, cierres presupuestarios y conflictos políticos que requieren presencia constante.

En ese marco, confirmó su continuidad dentro del Concejo Deliberante y subrayó que, lejos de tomar distancia, el oficialismo atraviesa semanas de intensa actividad política e institucional.

La renuncia de un concejal y las dudas que dejó el procedimiento

Uno de los hechos políticos más relevantes fue la renuncia presentada por el concejal Alejandro Ros Artayeta.

Cisneros cuestionó tanto la forma como el contenido de esa dimisión, señalando que el primer escrito fue dirigido al Ejecutivo municipal, algo que consideró impropio desde el punto de vista institucional y de la división de poderes.

Posteriormente, la renuncia ingresó de manera formal al Concejo Deliberante, pero sin fundamentos explícitos.

Para Cisneros, esa ausencia de motivos concretos contrasta con las acusaciones públicas previas sobre supuestas irregularidades y falta de transparencia.

Desde su mirada, la situación genera un vacío político difícil de explicar, sobre todo teniendo en cuenta que durante los años de trabajo legislativo no se registraron objeciones formales, votos negativos ni planteos internos que anticiparan ese desenlace.

Transparencia y coherencia como ejes del debate

La concejal fue enfática al señalar que las denuncias institucionales deben estar acompañadas de hechos concretos y canales formales. Entiende que señalar irregularidades sin precisar actos específicos no solo daña a la institución, sino también a quienes la integran.

En ese sentido, reivindicó el rol del Concejo como espacio de debate, estudio y control, donde las diferencias deben expresarse dentro del ámbito legislativo y no exclusivamente a través de declaraciones mediáticas.

El conflicto por el cobro del mejoramiento de luminarias

La discusión por el cobro del mejoramiento del sistema de luminarias se convirtió en uno de los principales focos de tensión con la ciudadanía. Cisneros contextualizó la medida como parte de un proceso de largo plazo vinculado al recambio tecnológico de sodio a LED, orientado a la eficiencia energética, la sustentabilidad ambiental y la mejora en la calidad del alumbrado urbano.

Recordó que estas obras comenzaron en gestiones anteriores y que implicaron una transformación casi total de la red de iluminación de la ciudad, algo que requiere financiamiento en un municipio con recursos limitados.

Certificaciones atrasadas y un error de comunicación

Uno de los puntos centrales del conflicto, según explicó, fue la acumulación de certificaciones de obra que no se cobraron en el momento correspondiente. Esto generó que años después se facturen trabajos ya realizados, provocando confusión y desconfianza entre los vecinos.

Desde su visión, el problema no fue exclusivamente económico, sino comunicacional. La falta de información clara y anticipada sobre qué se estaba cobrando, por qué y bajo qué marco normativo alimentó el malestar social.

Reconoció que el proceso fue apresurado y que la celeridad administrativa jugó en contra de la comprensión pública de la medida.

Obras, mantenimiento y aclaraciones necesarias

Cisneros insistió en diferenciar entre obra nueva y mantenimiento. Aclaró que el cobro corresponde únicamente a la renovación integral del sistema de luminarias y que el recambio habitual de lámparas por desgaste no se factura nuevamente.

Para la concejal, esta distinción no fue suficientemente explicitada y terminó generando la percepción de que se estaba cobrando reiteradamente por el mismo servicio, algo que consideró incorrecto.

Un Concejo atravesado por el clima preelectoral

Consultada sobre la fragmentación de votos y los cambios de postura dentro del Concejo, Cisneros vinculó esta dinámica al inicio del proceso preelectoral.

Señaló que la cercanía de un año electoral tiende a endurecer posiciones y a sobreactuar diferencias, incluso en proyectos que anteriormente habían contado con consensos amplios.

Desde su perspectiva, la coherencia política se vuelve clave para sostener la credibilidad institucional.

La iniciativa popular y el cambio de nombre de la terminal

Respecto a la modificación del nombre de la Terminal de Ómnibus, Cisneros puso el acento en el mecanismo democrático utilizado. Remarcó que se trató de una iniciativa popular que cumplió con todos los requisitos legales y que el rol del Concejo fue dar tratamiento a una demanda ciudadana concreta.

Más allá de las posiciones ideológicas sobre el nombre elegido, sostuvo que el valor principal del proceso fue la participación activa de los vecinos y el respeto a los instrumentos de democracia directa previstos en la normativa local.

Malestar social, autocrítica y reconstrucción del vínculo

Hacia el final, Cisneros reflexionó sobre el clima de enojo que atraviesa a parte de la sociedad marcojuarense. Reconoció que existen errores de gestión y de comunicación, y que la función pública exige capacidad de escucha y adaptación.

Sostuvo que no toda crítica debe ser tomada como un ataque, sino como una oportunidad para corregir y mejorar políticas públicas. En ese sentido, destacó que algunos cambios recientes surgieron justamente de reclamos ciudadanos canalizados de manera constructiva.

Mirada a futuro y llamado a la convivencia política

De cara al escenario electoral que se avecina, la concejal llamó a bajar el nivel de confrontación y a priorizar el debate de ideas por sobre las descalificaciones personales. Consideró que la competencia política debe desarrollarse en un marco de respeto, transparencia y juego limpio.

Finalmente, se definió como una dirigente joven con vocación pública, interesada en seguir construyendo desde la política local y en promover una mayor participación ciudadana como herramienta para mejorar la calidad institucional.

 

Contactanos por cualquier consulta